Historias 

1. La Creación (Génesis 1-2)
Dios creó el universo en seis días. El primer día hizo la luz y separó el día de la noche. Luego creó el cielo, la tierra, los mares, las plantas y los árboles. Después formó el sol, la luna y las estrellas para alumbrar y marcar los tiempos. Más tarde creó los peces, las aves y los animales terrestres. Finalmente, creó al hombre y la mujer, Adán y Eva, a su imagen y semejanza, y les dio la responsabilidad de cuidar la creación. Al séptimo día, Dios descansó y bendijo ese día.

2. Adán y Eva y el Pecado Original (Génesis 3)
Dios colocó a Adán y Eva en el Jardín del Edén, donde podían disfrutar de todo, excepto del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Sin embargo, la serpiente los tentó y Eva, luego Adán, comieron del fruto prohibido. Al hacerlo, se dieron cuenta de que estaban desnudos y sintieron vergüenza. Dios los confrontó por su desobediencia, los expulsó del Edén y la humanidad heredó el pecado y el sufrimiento. A pesar de eso, Dios les prometió que un día enviaría a alguien que derrotaría al mal.

3. El Arca de Noé y el Diluvio (Génesis 6-9)
La maldad de la humanidad creció tanto que Dios decidió limpiar la tierra con un diluvio. Noé, un hombre justo, recibió instrucciones de construir un arca enorme para salvar a su familia y a parejas de cada especie de animal. Llovió durante 40 días y 40 noches, cubriendo toda la tierra. Después de muchos meses, las aguas bajaron y el arca se posó sobre el monte Ararat. Dios hizo un pacto con Noé prometiendo nunca más destruir la tierra con un diluvio, y puso el arco iris como señal de ese pacto.

4. La Torre de Babel (Génesis 11)
Después del diluvio, las personas hablaban un solo idioma y decidieron construir una ciudad con una torre tan alta que llegara al cielo, buscando hacerse famosos y no ser dispersados. Dios vio su orgullo y su deseo de desafiarlo, y confundió sus lenguas para que no pudieran entenderse entre ellos. Así abandonaron la construcción y se dispersaron por toda la tierra, dando origen a los distintos idiomas y culturas.

5. Abraham y la Promesa de Dios (Génesis 12, 15, 17, 21)

Dios llamó a Abraham y le pidió dejar su tierra para ir a un lugar que Él le mostraría. Le prometió que sería padre de una gran nación, que su descendencia sería incontable como las estrellas del cielo. A pesar de su vejez y la de su esposa Sara, Dios les cumplió su promesa y nació su hijo Isaac. Esta historia muestra la importancia de la fe y la confianza en Dios, incluso cuando todo parece imposible.

6. Moisés y la Liberación de Egipto (Éxodo 1-14)
El pueblo de Israel fue esclavizado en Egipto durante muchos años. Dios eligió a Moisés para liberarlos. A través de Moisés, Dios envió diez plagas sobre Egipto, como ríos convertidos en sangre, plagas de ranas, moscas, langostas y la muerte de los primogénitos. Finalmente, el faraón permitió que los israelitas se fueran. Al huir, llegaron al Mar Rojo y, cuando los egipcios los perseguían, Dios abrió el mar para que pasaran en seco. Luego, el mar se cerró sobre los egipcios, dándole la victoria a su pueblo.

7. Los Diez Mandamientos (Éxodo 20)
Después de liberar a su pueblo, Dios llevó a los israelitas al monte Sinaí. Allí, a través de Moisés, les entregó los Diez Mandamientos, que son leyes para vivir de forma justa y en comunión con Dios y con los demás. Entre ellos están: amar a Dios sobre todas las cosas, no tomar su nombre en vano, honrar a los padres, no matar, no robar, no mentir y no desear lo que es del prójimo. Estos mandamientos siguen siendo una guía moral y espiritual para millones de personas.

8. David y Goliat (1 Samuel 17)
El pueblo de Israel estaba en guerra con los filisteos. Goliat, un gigante de casi tres metros, desafiaba al ejército de Israel cada día, pidiendo que alguien luchara contra él. Nadie se atrevía hasta que David, un joven pastor, ofreció enfrentarse a él. Confiando en Dios, David usó su honda y una piedra para derribar al gigante, demostrando que con fe y valentía, no hay enemigo demasiado grande.

9. Daniel en el Foso de los Leones (Daniel 6)
Daniel era un hombre fiel a Dios y muy respetado en Babilonia. Sus enemigos, por envidia, lograron que el rey firmara un decreto prohibiendo orar a cualquier dios que no fuera él mismo. Daniel, sin temor, siguió orando a Dios. Por esto, fue echado a un foso lleno de leones. Dios envió un ángel que cerró la boca de los leones y no le hicieron daño. Al ver el milagro, el rey reconoció la grandeza del Dios de Daniel.

10. El Nacimiento de Jesús (Lucas 2)
Hace más de dos mil años, en la ciudad de Belén, nació Jesús, el Hijo de Dios. Su madre, María, y su padre adoptivo, José, viajaron allí por un censo ordenado por el emperador. No encontraron lugar donde hospedarse, así que Jesús nació en un establo y fue acostado en un pesebre. Ángeles anunciaron la noticia a unos pastores y una estrella guió a sabios de Oriente para adorarlo. Este nacimiento marcó el inicio de la esperanza y la salvación para la humanidad.